Me niego entonces a resignarme a vivir así y me uno a ese puñado de hombres y mujeres que se esfuerzan por ir más allá de la queja, del reclamo, de las exigencias en redes sociales hechas desde la comodidad de sus casas.
Lo único cierto es que el radar español, que era nuevo y se encontraba en el país (no sabemos dónde), ha sido ‘neutralizado’ en una operación que representa todo un misterio.